Una prueba.
Ando haciendo un encargo de Amnistía Internacional para celebrar los 25 años de su fundación. Un cómic cortito, de unas 10 o 15 páginas y unos paneles para acciones en la calle.
Nos reunimos y hablamos un rato largo de lo que necesitaban y de lo que se podía hacer y luego regresé dando un largo paseo a casa para ver si se me ocurría algo simpático.
Les propuse hacer toda la historia con hilos cosidos directamente al papel y papeles de colores pegados y les envíe ese bocetillo, para ver si el rollo les molaba.
Me parecía un buen eje para contar la historia de un grupo de gente que intenta cortar hilos y desatar nudos de la caótica madeja que es el mundo.
Y les moló.
Y ahí ando, cosiendo y cantando.
Nos reunimos y hablamos un rato largo de lo que necesitaban y de lo que se podía hacer y luego regresé dando un largo paseo a casa para ver si se me ocurría algo simpático.
Les propuse hacer toda la historia con hilos cosidos directamente al papel y papeles de colores pegados y les envíe ese bocetillo, para ver si el rollo les molaba.
Me parecía un buen eje para contar la historia de un grupo de gente que intenta cortar hilos y desatar nudos de la caótica madeja que es el mundo.
Y les moló.
Y ahí ando, cosiendo y cantando.
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